A consecuencia de la crisis
económica que venimos sufriendo en los últimos años, son un gran número las
personas de nuestro país que se encuentran actualmente en situación de
desempleo, lo cual, comporta además de graves consecuencias económicas, una importante
repercusión psicológica, principalmente cuando dicha situación se prolonga en
el tiempo.
El cómo las personas
afrontan el desempleo depende principalmente de factores como la edad, el
tiempo que lleven sin trabajo, las responsabilidades que tengan (cargas
familiares, hipotecas o deudas), el tipo de personalidad y el apoyo
socio-familiar del que dispongan.
Uno de los efectos emocionales más habituales en mayoría
de personas desempleadas de larga duración, es la experimentación de ansiedad,
dada la persistencia de un estado de incertidumbre, al no saber cuánto tiempo
durará la situación y cuanto se tardará en conseguir un empleo. La ansiedad
también puede originar alteraciones físicas o somáticas, como trastornos del
sueño, trastornos gastrointestinales, disminución de la energía o cansancio
físico.
Asimismo, es frecuente además, experimentar síntomas
de nostalgia, tristeza, apatía y disminución de la autoestima, que tienden a
agudizarse en caso de que la persona vaya perdiendo confianza en que la
situación mejore, a la vez que desconfiando de sus propias capacidades.
Cabe destacar una serie de
sentimientos muy comunes en las personas que atraviesan el desempleo, que
pueden dificultar el afrontamiento de la situación:
- Sentimiento de
culpa: La persona puede llegar a culparse por la situación, pensando que no
es válido o competente y que por ese motivo ha perdido el empleo y ahora no es
capaz de conseguir otro trabajo. No tiene en cuenta los factores externos que
han podido generar la situación, como p. Ej., la crisis económica, el cierre de
empresas, la necesidad de reducir plantillas, la no creación de nuevos puestos
de trabajo, etc.
- Sentimiento de
fracaso: La persona puede llegar a sentir que ha fallado, pues en este caso
también se cree responsable de su situación, puesto que no ha logrado mantener
o encontrar un empleo.
- Sentimiento de
vergüenza: Por el hecho de no tener ocupación laboral, la persona suele sentirse
avergonzada y este sentimiento se pone de aún más de manifiesto cada vez que
tiene que hablar de su situación con otras personas o afirmar que no tiene
trabajo.
- Sentimiento de desesperanza: La falta de ofertas laborales, la no concertación de entrevistas a pesar de la presentación de curriculums o las negativas obtenidas por las empresas, puede ocasionar que la persona desempleada llegue a perder la motivación para la búsqueda de empleo y a pensar que no tiene sentido hacerlo porque no lo va a conseguir.
En muchos casos estos síntomas pueden llegar a
alcanzar suficientes niveles de intensidad y gravedad como para configurar un trastorno
psicopatológico (trastorno depresivo o trastorno
de ansiedad) que requiera de intervención psiquiátrica y/o psicológica
especializada.
Como ya hemos apuntado, el
desempleo de larga evolución, no afecta del mismo modo a todas las personas,
asimismo, la repercusión no será la misma para un joven de 25 años que vive con
sus padres y no tiene cargas familiares, que para un padre de familia de
mediana edad.
A continuación detallamos una serie de
recomendaciones para facilitar el
afrontamiento del desempleo prolongado y prevenir la aparición de cuadros
psicopatológicos:
- Aunque la
situación sea difícil, nada ganas con compadecerte, por tanto, en lugar de ello, adopta una actitud activa, pues te
ayudará a efectuar una interpretación no tan negativa de la situación y poder
verla también como una oportunidad para mejorar, por ejemplo tu formación, o
ampliar ciertos conocimientos o habilidades, de cara a poder optar además a
otros campos laborales diferentes, que puedan ofrecer en estos momentos una
mayor oferta de empleos.
- Intenta ver la situación como algo pasajero
o temporal, que puede servirte para reinventarte a nivel profesional y
personal.
- Concibe la búsqueda de trabajo, como un trabajo
en si mismo. No dejes de buscar empleo activamente, destina cada día una
franja horaria para dedicarte a esta tarea.
- Establece una rutina diaria, con la que
debes ser constante en el mantenimiento de horarios y tareas. En este sentido, es
muy importante que tengas objetivos diarios, donde, además del tiempo destinado
a la búsqueda de empleo, atiendas al
resto de áreas de tu vida (familia, ocio, hábitos saludables, relaciones
interpersonales), dedicando un espacio del día para las mismas. Ello
contribuirá a que mantengas un adecuado equilibrio en tu vida.
- Deja de personalizar la causa de tu
situación y trata de valorar objetivamente las variables externas que no
tienen nada que ver contigo, como la crisis económica general, escasa oferta
laboral en todo tipo de sectores, reducciones de plantillas, etc.
- No
te centres solo en el momento laboral que estás viviendo y adopta un visión
global de tu trayectoria profesional, así como de tus conocimientos,
aptitudes y habilidades.
- Cultiva tus relaciones familiares y sociales, comparte con ellos y no te aísles ni te encierres en ti mismo.
Si sientes que por ti mismo te resulta difícil
seguir estos consejos y que la situación de desempleo te desborda, no dudes en
contactar con nosotros.
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con nosotros:
-¿Estás
viviendo o conoces a alguien de tu entorno que esté en situación de desempleo?
- ¿Cómo
estás afrontando la situación?
CENTRO ITAE
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